Datos históricos y artísticos sobre la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores.
Al igual que muchas de las actuales hermandades y cofradías de la Semana Santa de Fuente de Cantos, la corporación del Miércoles Santo fue refundada o reorganizada en la década de los veinte del pasado siglo, siendo párroco de la localidad Don Manuel Alemán.
No obstante, el culto al Nazareno y a la Mater Dolorosa se remonta siglos atrás. Sabemos que la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno fue bendecida en 1.689, tratándose de una obra de estilo barroco de la escuela sevillana atribuida al círculo de Pedro Roldán. La actual imagen de María Santísima de los Dolores, de dulcísimos rasgos, es una obra decimonónica de candelero que sustituye a una Dolorosa anterior de la que se
conservan datos desde la décimo séptima centuria, aunque no los
suficientes como para poder hacer una descripción detallada de la desaparecida imagen.
Cuenta la cofradía con varias alhajas a tener en cuenta, como la corona procesional de la titular mariana, compuesta por canasto, imperiales y ráfaga de plata y una decoración clásica de rocalla y guirnaldas. No menos interesante es uno de los dos juegos de potencias del Señor, con un diseño de rayo y realizadas en plata. La cruz procesional del Cristo, de la primera mitad del siglo XX, está fabricada en madera por un artesano local, el
carpintero Miguel Pardo Gallardo.
Atendiendo al ajuar bordado, destacamos la túnica morada de cola del Nazareno, con hilo de oro y motivos vegetales. La imagen de Nuestra Señora posee dos sayas realizadas en oro, con un diseño vegetal, la más reciente está ejecutada en la técnica del recorte por el bordador sevillano José Antonio Huertas. Mención especial merece el manto procesional de la Virgen, de terciopelo negro con bordados florales.
Uno de los aspectos más característicos de la Cofradía es “el encuentro”, la recreación de la escena bíblica en la que Jesús, camino del Monte Calvario, se encuentra con su madre. Cientos de fuentecanteños se agrupan cada Miércoles Santo, a la media noche, junto a la Iglesia Conventual de Nuestra Señora del Carmen, lugar en el que se recrea este momento de la Pasión, siendo uno de los ejemplos más significativos de la religiosidad popular fuentecanteña.